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domingo, 26 de agosto de 2012

Casa 295

Casa 295
Búsqueda y rescate en la Cuarta Zona Naval

En los seis meses que han pasado desde su arribo a la Cuarta Zona Naval, el CASA 295 ya ha demostrado su gran valor e importancia para una de las tareas fundamentales de esta extensa área.


Las capacidades operativas del avión CASA 295 son evidentes. Permite realizar una diversidad de misiones de gran importancia para los intereses de la Armada y del país, teniendo como principal objetivo resguardar la vida humana en el mar, complementando además las tareas de policía marítima en la fiscalización de la actividad pesquera dentro de la Zona Económica Exclusiva jurisdiccional y el combate contra el narcotráfico.

El P-295 representa la decisión de la Armada de Chile de contar con aeronaves de exploración aeromarítima de última generación, capaces de operar en beneficio de las Fuerzas Operativas y en apoyo a las actividades que se desprenden de la permanente vigilancia que debe existir en el área de responsabilidad para Búsqueda y Rescate (SAR) asignada a nuestro país.

Estas aeronaves están equipadas con modernos sensores, lo que permite ampliar los rangos de detección, incrementando sustancialmente las probabilidades de localización de todo tipo de embarcaciones y objetos en el mar, convirtiéndose en una herramienta práctica y útil en la tarea de salvaguardar la vida humana en el mar.

Listos a despegar

Desde el arribo del Naval 501 a la Cuarta Zona Naval, se ha incrementado notablemente el número de fiscalizaciones y que se encuentran infringiendo las leyes, ya sea en actividades relacionadas con la pesca ilegal o con el transporte de sustancias ilícitas, lo que complementa las labores efectuadas por la Policía de Investigaciones, el Servicio Nacional de Pesca y Carabineros de Chile.


La dotación de vuelo del CASA 295, al mando del Capitán de Corbeta Agustín Gómez, está entrenada para cumplir misiones en cualquier momento y lugar geográfico, lo que asegura la disponibilidad de la aeronave para cualquier requerimiento que se presente en la Cuarta Zona Naval.

El Sargento 1° David Lillo, parte de la dotación de la aeronave, asume esta responsabilidad como un gran desafío personal y profesional. Sus 17 años de experiencia en el Escuadrón de Exploración VP-1 le permiten "tomar este nuevo desafío con confianza y tranquilidad, convencido que este equipo humano, operando esta nueva aeronave, será un gran aporte para salvaguardar la vida humana en el mar y contribuir a la vigilancia de nuestras aguas jurisdiccionales".

Esta tripulación tiene la particularidad de haber sido entrenada en España, bajo un riguroso programa de estudios, teórico y práctico en la empresa fabricante de la aeronave, lo que les permitió conocer en profundidad las características y capacidades de la aeronave. Para el Cabo 1° Iván Castillo, tripulante, "es un orgullo y un privilegio haber integrado los cursos de capacitación en España y ahora formar parte de la dotación de este formidable avión, lo que me ha permitido ampliar mi experiencia profesional y poder contribuir directamente en las tareas que le son encomendadas a la Armada de Chile".

En ese sentido, el Sargento 2° Bederik Méndez, capitán de aeronave, siente la responsabilidad de operar en un avión de estas características, enfatizando que el estudio diario de los sistemas es el camino correcto para ir avanzando a la par con la tecnología. "Uno tiene que estar estudiando todos los días, constantemente aprendiendo y chequeando la aeronave para no caer en situaciones inseguras. En la aviación naval, el personal debe perfeccionarse constantemente, sobre todo cuando se da un salto tecnológico tan grande como éste", señala.

Ante Emergencias


Otra de las características de este medio aeronaval es que se encuentra preparado en todo momento para despegar en apoyo a las acciones necesarias dispuestas para enfrentar un desastre natural o catástrofe.

El P-295 juega un papel preponderante y fundamental ante una situación de emergencia en la zona norte de nuestro país; por ejemplo, frente a un terremoto de gran magnitud, este avión será utilizado como primera prioridad para sobrevolar el borde costero, desde Arica hasta Taltal, verificando el estado de las caletas y comunidades costeras en caso de la ocurrencia de un tsunami.

Cumplidas las primeras acciones después de la catástrofe, el avión apoyará a las regiones afectadas mediante la aeroevacuación de heridos, transporte de elementos necesarios y búsqueda de personas desaparecidas, con el propósito de mitigar los efectos materiales y humanos producidos durante la emergencia.

Como parte importante del normal y efectivo funcionamiento del avión, se programan mantenciones periódicas a los motores, fuselaje y sistemas, verificando que cada uno de ellos se encuentre en óptimas condiciones para cumplir con las tareas encomendadas.

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