Compañía Andina de Cochrane:
El ambicioso proyecto que el Ejército instala cerca de Campos de Hielo298 kilómetros separan al aeropuerto de Balmaceda -el único de la región de Aysén- de Cochrane, en la capital de la provincia Capitán Prat. Pero llegar a esta ciudad puede demorar más de 7 horas, si es que el tiempo lo permite.
Sólo los primeros 50 kilómetros están pavimentados. El resto del camino son cientos de curvas y curvas de ripio, piedras y arena, donde se cruzan camiones, buses, bicicletas con turistas (la mayoría extranjeros) y letreros que anuncian la presencia de huemules, todo rodeado de bosques, lagos con aguas turquesas y ríos correntosos.
En las afueras de la ciudad, más de 100 hombres trabajan para terminar en marzo la construcción de la Compañía Andina de Cochrane, uno de los proyectos más ambiciosos del Ejército para hacer soberanía y desarrollo de proyectos en zonas de alta montaña de difícil acceso y en Campos de Hielo.
Esta última zona reviste una gran importancia, pues constituye la tercera mayor reserva de agua en el mundo después de la Antártica y de Groenlandia.
El Ejército aún no define la entrada en funcionamiento de esta nueva base militar, pero está pronosticado que sea dentro del primer semestre de este año o en los primeros meses del segundo.
Cuando sea inaugurada, 158 hombres compondrán esta unidad, de los cuales 126 son militares y el resto personal administrativo.
21 de ellos se trasladarán con sus señoras e hijos -más de 30 niños y dos en camino-, por lo que además de la construcción de las instalaciones militares y casas para el personal, la ciudad de Cochrane ha tenido que reacondicionarse.
Con sólo tres mil habitantes y una densidad de 0,1 habitantes por kilómetro cuadrado -la más baja del país-, la población de Cochrane aumentará en cerca de 7%, por lo que se han debido habilitar nuevos cupos en los colegios, en los servicios de Salud y hasta dar nuevas capacidades a la compañía de Bomberos del lugar.
El comercio también ha tenido que aumentar su capacidad. Hay un solo supermercado, el "Melero" -que vende desde verduras, hasta repuestos para armas y hormigón para la construcción- y todo es, en promedio, mil pesos más caro que en Santiago. Una lechuga puede costar 1.500 pesos y la bencina esta semana costaba 1.020 pesos el litro.
Quienes viven acá, reciben con buena cara a los nuevos vecinos. El lamento sobre la falta de interés estatal en la zona parece un rezo.
Todos se quejan de que mientras aquí se sufre la desconexión de los caminos y la vida más cara, pese a estar "haciendo patria" en una zona estratégica para el país, en Argentina se ha dado un fuerte desarrollo turístico y promoción de la zona, con subsidios para las cuentas de la luz, el agua y el gas y conexión a través de carreteras en buen estado.
"Ejercer soberanía permanente y no esporádica y poder colaborar en investigaciones y desarrollo que puede ayudar al turismo y a la población local es vital para esta zona. A Villa O'Higgins llegan sólo 2.500 turistas al año, y al Chaltén, en Argentina, más de 70 mil, y eso es porque ellos tienen una política de subsidio, pavimentación e inversión para la población que vive en zonas extremas", dice el senador Patricio Walker (DC), quien esta semana visitó los trabajos de la Compañía Andina como miembro de la comisión de Defensa.
Los detalles del proyecto
En 2006, el Ejército comenzó a evaluar la viabilidad de construir una compañía en esta zona, con el propósito de incrementar la presencia militar, vigilancia y protección de fronteras y cumplir misiones y tareas de integración en una zona de alto valor estratégico y geográfico, teniendo a su cargo labores entre el lago Cochrane, por el norte, y el Paso Marconi, en pleno Campos de Hielo Sur.
Pasaron dos años para que se aprobara el proyecto y tres años más para que se trasladara un primer grupo de 60 hombres que permanecen en una unidad del Ejército, que, cuando estén listas las nuevas instalaciones que comenzaron a construirse hace un año, se anexará como refugio.
Aunque todavía no entra en funcionamiento oficial, la actual dotación se encuentra activa y participó, por ejemplo, en labores de apoyo durante la emergencia climática de 2010.
También trabajó en apoyo a mediciones glaciológicas que buscan medir el volumen de Campos de Hielo y su evolución frente a los deshielos, apoyó al Instituto Chileno de Campos de Hielo en la construcción de una estación científica en Campos de Hielo Sur y en la exploración e instalación de refugios en Campos de Hielo Norte.
"Nuestros especialistas están preparados para moverse y sobrevivir en condiciones extremas, con 25 y 30 grados bajo cero, enfrentar el viento blanco, transitar por glaciares y montañas de hielo. No sólo es importante el entrenamiento técnico, sino que también la capacidad física y psicológica para mantener esa condición por largo tiempo", explica el capitán Fernando Palavecino, quien es el comandante (s) de la compañía.
Además de incrementar la presencia del Ejército, el proyecto tiene dentro de sus objetivos el fortalecer la soberanía a partir de la consolidación de Cochrane, construyendo nuevas rutas que conecten la ciudad con Villa O'Higgins y Campos de Hielo Sur, un camino que hoy debe hacerse por tierra y barcazas y que puede demorar un día a Villa O'Higgins y seis horas de navegación a Campos de Hielo Sur.
Por ello, el Cuerpo Militar del Trabajo participa hoy en la construcción de un camino que conectará los 50 kilómetros entre Cochrane y San Lorenzo y posteriormente podrían completarse los 120 kilómetros hasta la entrada Mayer, cerca de Villa O'Higgins, con lo que el tiempo en recorrer esta distancia podría disminuir a 2 ó 3 horas.
"Estamos mejorando la presencia militar en la Región de Aysén, aumentando nuestra capacidad para responder a la ocupación de zonas aisladas, responder al control y vigilancia de fronteras, entre otros aspectos que ayudan a fortalecer la soberanía en esta zona de gran importancia estratégica", dice el general Luis Farías, comandante en Jefe de la Cuarta División del Ejército, de quien depende la compañía.
La nueva compañía además está preparada para apoyar a las autoridades civiles frente a desastres naturales, rescate en alta montaña y ayuda para expediciones nacionales y extranjeras.
Cómo serán las nuevas instalaciones
La Compañía Andina de Cochrane tiene una extensión total de unos 8.400 metros cuadrados.
La construcción fue licitada en 7.298 millones de pesos, a cargo de la constructora Salfa y es supervisada por el comando de Infraestructura del Ejército, que hasta hoy asegura que hay un 70% de avance.
Todo fue pensado con arquitectura sustentable. Se utilizó doble vidrio hermético (termopaneles) para evitar el ruido y aislar térmicamente y todas las instalaciones están conectadas entre sí para evitar que caiga agua o nieve y que se congelen los pisos, explica Rodrigo Reyes, el arquitecto del proyecto, del Comando de Infraestructura del Ejército.
La "unidad militar" tiene un pabellón central para la comandancia, habitaciones para los soldados y el personal soltero, cocina, box de mantenimiento para vehículos, guardia, un gimnasio de 968 metros cuadrados (que podría albergar tropas en caso de ser necesario), un helipuerto, almacenes y enfermería, entre otras dependencias (ver infografía).
Existe además un área de casas, 17 para suboficiales y 4 de oficiales, con un promedio de 120 metros cuadrados, donde se privilegiaron los espacios comunes con cocinas y livings más grandes para que las familias puedan tener más comodidades en el invierno, cuando la nieve y la lluvia impiden salir.
La población de Cochrane aumentará en cerca de 7%, por lo que se han debido habilitar nuevos cupos en los colegios, en los servicios de Salud y hasta dar nuevas capacidades a la compañía de Bomberos del lugar.
En Cochrane se lamentan de la desconexión de los caminos y la vida más cara, pese a estar "haciendo patria" en una zona estratégica para la país.
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