El miércoles 22 de febrero, los Cadetes de tercer año de la Escuela de Aviación culminaron su Campaña de Paracaidismo Militar Básico, la que se desarrolló desde el 28 de enero en dependencias de la Base Aérea de Quintero.
A partir de ese momento iniciaron la etapa Tierra, una instrucción realizada en la Cancha de Paracaidismo de la Base, donde aprendieron procedimientos de equipamiento, de material de paracaídas de la Institución, caídas de aterrizaje, situaciones de emergencia y los procedimientos de salida desde una aeronave.
Finalizada esta fase, los alumnos debieron rendir un riguroso examen que contempló una parte física, otra de procedimientos de emergencia y una de caídas de aterrizaje, cuya aprobación los habilitaba o no para continuar la siguiente etapa: el esperado primer salto. “Debían demostrar tener una capacidad física capaz de resistir las distintas fuerzas que se producen en un salto, además de realizar una buena caída”, explicó el Jefe de la Campaña de Paracaidismo, Comandante de Escuadrilla (DA) Ariel González.
Quienes saltaron, lo hicieron desde una aeronave Casa 212 de la FACh que sobrevoló el sector costero de la Base Aérea de Quintero.
Uno de ellos fue el Cadete Sebastián Allende, quien manifestó que se trató de “una experiencia increíble…una sensación que nunca voy a olvidar. Ese momento de salto al vacío, en que la adrenalina recorrió todo mi cuerpo es una experiencia indescriptible”.
En la pista de aterrizaje, los instructores y demás especialistas esperaban su llegada, entregándoles las instrucciones necesarias para un buen descenso. “Todo fue perfecto, lo que a mí y al resto de mis compañeros nos dio la confianza y seguridad necesaria de que lo que estábamos haciendo estaba bien y que sólo debíamos disfrutar el momento”.
Una vez en tierra, la sensación de satisfacción fue tal que unos a otros se abrazaron emocionados por la experiencia vivida.
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