Ambas naves -que corresponden a la mitad de la dotación de la Fuerza de Submarinos pertenecientes a la Armada de Chile- ya se encuentran en el mar, tras los trabajos de actualización tecnológica realizados por Schwager Energy S.A.
Ingeniería chilena, profesionalismo, creatividad y mucho apoyo tecnológico, aplicaron uno de los equipos de la división Integración de Sistemas Eléctricos de Schwager Energy, en los proyectos de actualización de los submarinos SS-209 de procedencia alemana, SS Thomson y SS Simpson. En este último, el trabajo se retrasó por un año ya que el tsunami producido tras el terremoto del 27 de febrero arrasó con el trabajo que Schwager venía realizando en la nave desde 2009.
En ambos sumergibles, Schwager Energy llevó a cabo dos proyectos orientados a modernizarlos para soportar los sistemas de armas de última generación instalados en ellos: Diseño y Desarrollo de Prototipo del Sistema de Control, Generación y Distribución de Energía Alterna de 115 V, y Diseño e Integración del Sistema de Control Automático de Gobierno y Propulsión.
Gloria Oporto, Jefa de Proyectos de Schwager Energy, comenta que la primera gran tarea es dotar de energía a las naves, de manera tal que el resto de los proyectos que avanzan de forma paralela sigan su curso sin retrasos. "El primer submarino en que trabajamos fue el SS Thomson en el cual nos demoramos alrededor de un año en las ingenierías conceptual y de detalle. Luego vino la implementación y puesta en marcha de todos los proyectos, lo que finalizó a principios del 2009", comenta.
Inmediatamente después, se dio inicio a los trabajos en Simpson en el cual se replicó lo realizado en la primera nave, pero con modificaciones y mejoras de acuerdo a las necesidades de este último y a la experiencia adquirida en el SS Thomson. "Lo que atrasó el proyecto por casi un año fue el terremoto y posterior tsunami, ya que el SS Simpson se encontraba en pleno proceso de modernización, por lo que estaba totalmente desarmado en el interior del dique Young, en los astilleros de ASMAR, en Talcahuano. Con el tsunami, no sólo perdimos el trabajo que habíamos hecho, sino que también los equipos que ya se encontraban próximos a ser montados abordo. Luego del tsunami tuvimos que planificar los trabajos nuevamente, y volver a empezar", relata.
A pesar de los obstáculos, a principios de junio finalizaron todos los proyectos asociados a este último submarino, por lo que ya está de vuelta en el mar junto a los demás integrantes de la Fuerza Submarina chilena: SS Thomson, SS O’Higgins y SS Carrera. Hoy, tanto Thomson como Simpson ya están a la par en lo que a vanguardia tecnológica se requiere en esta materia, con el aporte tecnológico de Schwager Energy.
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