El Rol de la Defensa en el Desarrollo de las Fronteras Interiores
Mario Arce GiuliucciInvestigador Asociado CEE. ANEPE
Definición del concepto
Continuando con los antecedentes difundidos por el Centro de Estudios Estratégicos de la Anepe, a través de los Cuadernos de Trabajo Nº 3 y 4 del presente año ligados al concepto de “fronteras interiores”, a continuación se presenta un trabajo con proposiciones concretas referido a este concepto que fuera acuñado por el Ejército de Chile en el año 1994, habiéndose hecho conocido y adoptado por muchos países como un aspecto geopolítico cuyas características están presentes en casi todas las naciones, por muy desarrolladas que se consideren. Con el se buscó hacer conciencia efectiva sobre la situación de muchas zonas del territorio nacional hacia las cuales no fluye el debido desarrollo productivo y social, necesario para integrarlas al quehacer del país. Zonas como éstas son particularmente críticas si se encuentran en los bordes fronterizos, ya que al no recibir la influencia del núcleo vital, buscan amalgamarse con aquellas corrientes socio-económicas provenientes de los países vecinos.
Entendidas como:
“los espacios terrestres bajo soberanía, no vinculados total o efectivamente a la acción del gobierno central y/o regional donde se dificulta el desarrollo de las actividades humanas y productivas por su distancia del núcleo vital y geohistórico del país”,
Las fronteras interiores se caracterizan por la ausencia de vías de comunicación, la alta influencia económica del entorno y la percepción ciudadana de constituir un ente diferente, separado y postergado del resto de la población nacional, que no alcanza a disfrutar del bienestar general.
Junto con presentar el problema, el Ejército dispuso al Instituto Geográfico Militar, confeccionar un mapa preliminar en el que se establecieron veintinueve zonas consideradas como fronteras interiores no totalmente integradas al quehacer nacional, en diferentes grados de criticidad.
Adicionalmente se presentó una propuesta de seis grandes puntos a tener en cuenta como una estrategia nacional en la búsqueda de soluciones totales o parciales. Estas estrategias pueden sintetizarse en las siguientes:
Considerar una planificación dirigida a permitir la conquista y consolidación de las fronteras interiores.
Establecer las fases para materializar el plan, formulando los objetivos específicos a lograr en el corto, mediano y largo plazo.
Buscar la participación del sector público y privado, a fin de potenciar su acción desde una perspectiva conjunta para hacerlo más eficiente.
Articular un sistema de incentivos para la participación del sector privado y establecer las medidas de coordinación con los organismos estatales encargados de hacerlos efectivos.
Desarrollar un sistema que permita el uso intensivo de los recursos y medios que se asignen para el efecto.
Buscar el apoyo comunicacional mas adecuado para contribuir a concitar el interés nacional y permitir mantener el ímpetu de las medidas adoptadas.
Espacios vacíos – fronteras débiles
Según Cristián Garay Vera, se entiende por espacios vacíos a:
“aquellos territorios que, teniendo presencia de autoridades, éstas actúan de modo lejano, sin contar con núcleos urbanos consolidados, con servicios precarios y ocupación por vía militar, que ejerce el control sobre la zona”.
No podríamos decir que en el caso nacional la situación sea al pie de la letra de esta definición, ya que en Chile la autoridad es ejercida adecuadamente a través de los órganos del estado. Sin embargo se traslucen algunas características que acercan a ciertas zonas del territorio a esta definición, ya que aunque la autoridad y sus órganos están representados, estos se encuentran mediatizados por diversos factores, lo que los hace menos efectivos, mas lentos y en ocasiones menos eficientes.
Diversos factores inciden en la conformación de estos espacios vacíos, los que podemos clasificar como: (1) factores físicos y factores humanos. Entre los factores físicos se encuentran el clima, donde las temperaturas extremas o lugares con pocas precipitaciones, dificultan la sobre vivencia; (2) el relieve, cuyas zonas llanas son espacios favorables para el desarrollo de la agricultura, comparativamente con las zonas de montaña; (3) y el suelo, cuyas riquezas o fertilidad condicionan el asentamiento favorable de la población.
En lo humano se hayan (1) los factores históricos, a consecuencia de los cuales la población se ha venido concentrando a partir de la fundación del estado y antes; (2) el factor político, marcado generalmente por conflictos como guerras o situaciones internas de la vida política del estado que han favorecido o forzando la inmigración o el asentamiento poblacional en determinadas zonas; (3) y finalmente el factor económico, tal vez el mas considerado en los tiempos que se viven, ya que representa un factor esencial en la determinación por emigrar de ciertas zonas cuyas condiciones de vida dificultan el desarrollo, lo que motiva el éxodo en busca de mejores condiciones. Por el contrario las zonas de recepción se sobre pueblan y comienzan a tener problemas de salubridad, seguridad y convivencia.
La existencia de extensos y descontinuados espacios vacíos en determinadas zonas, se traduce en que dichas zonas poseen fronteras débiles desde el punto de vista de la actividad humana, lo que requiere de una preocupación especial del estado, con el objeto de disminuir la vulnerabilidad que se deduce de tal situación. Aquí lo importante no está en el diagnóstico, que por lo demás está bastamente probado, sino que en la solución que se requiere para, al menos, disminuir a un nivel razonable tales vulnerabilidades, actividad a la que están llamados todos los actores nacionales: políticos, privados, públicos, sociales, religiosos, militares, etc.
Estos espacios vacíos constituyen factores de vulnerabilidad para la soberanía, ya que son muy permeables a la acción penetradora de la influencia política, económica y social externa. Por este motivo la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), a través de su Centro de Estudios, organizó el pasado año una jornada de reflexión, donde el académico e investigador don Roberto Ruíz Piracés, expuso su trabajo: “La Situación Demográfica en Chile y sus repercusiones en la Seguridad y la Defensa”, de cuya discusión y análisis se pudo concluir en los diferentes factores que hoy afectan a bastas zonas del territorio nacional y que se resumen en las siguientes consideraciones:
En el norte de Chile
Allí se establece una de las situaciones más complejas, entre otras cosas por ser colindante con países productores de droga, cuya influencia delictual es de fácil penetración a través de una extensa y abierta frontera.
En esta zona uno de los aspectos de mayor significación, dice relación con que la Región de Arica y Parinacota que es la única que en estos años ha disminuido su población, principalmente por la baja en los índices de actividad económica y por el aumento del desempleo. En contrario, Tacna ha experimentado un sostenido crecimiento poblacional producto de las franquicias especiales determinadas por el gobierno peruano, unida a una creciente migración rural desde la sierra peruana a la ciudad y una política del estado peruano dirigida a poblar su región fronteriza con Chile.
Analizando la situación de Arica, se dice que podrían existir en la región más de 28 mil trabajadores indocumentados provenientes principalmente desde Perú, Bolivia y últimamente en forma creciente, desde Colombia, todos los cuales han sabido explotar las debilidades del sistema inmigratorio nacional. En Chile reciben un buen salario comparativamente con sus países de origen y en algunos casos mejor que los trabajadores chilenos, lo que obviamente se traduce en insatisfacción personal y familiar para estos últimos que ven mermadas sus posibilidades de trabajo bien remunerado, motivándolos a abandonar la región.
Pese a su condición de indocumentados, estos individuos producen gastos significativos especialmente en atención de salud, ya que ante una situación de riesgo vital, maternidad y otros, deben ser atendidos, produciendo una merma importante de recursos que podrían ser aprovechados por los chilenos que viven en la región de Arica y Parinacota.
De lo planteado podemos concluir que al no existir una motivación que permita al ciudadano chileno permanecer en la Región, echar raíces y cooperar a su desarrollo con su esfuerzo y trabajo, resuelve abandonarla dejándola en poder de los inmigrantes indocumentados, quienes a su vez, es posible que elijan como una forma de obtener recursos para vivir, participar en actividades ilícitas, especialmente relacionadas con el tráfico de estupefacientes.
En el extremo sur-austral
Desde Puerto Montt al sur, en tanto, se registra un bajo poblamiento producido básicamente por las condiciones climáticas adversas y por otros factores fundamentalmente relacionados con la conectividad terrestre. Por su parte, desde 1972 Argentina ha desarrollado una política de apoyo hacia el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártica e Islas del Atlántico Sur, a través de un régimen económico particular, producto del imperativo geopolítico que era poblar y desarrollar el confín austral argentino. Por su parte la población chilena en la zona al sur del Estrecho de Magallanes se ha mantenido constante en alrededor de 10.000 habitantes. Se aprecia que no existe una buena Política de Estado que permita que las Regiones de Aysén y Magallanes puedan incorporar incentivos que le permitan desarrollarse en todos los ámbitos
Finalmente se concluye que la situación demográfica de Chile, en especial en las zonas extremas por su importancia estratégica y geopolítica, requiere de una especial preocupación por parte de la autoridades, definiendo medidas concretas y diferentes a las implementadas a la fecha, que permitan paliar las deficiencias que se presentan y que, de una u otra manera, repercuten en la Seguridad y Defensa de nuestro país.
La presencia de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad, en estas zonas cumple un papel fundamental en beneficio de la seguridad y el desarrollo, pero no es una responsabilidad sólo de ellas, esta es una responsabilidad del país en su conjunto.
En el mapa a continuación, no es difícil deducir cuales y donde se encuentran las “fronteras interiores” de mayor vulnerabilidad para la defensa.
Rol de las FF.AA. en la conquista de las fronteras interiores.
A lo largo de la historia nacional y hasta la actualidad, muchos han sido los esfuerzos de las FF.AA. para lograr la integración de los sectores mas aislados, desprovistos y lejanos del territorio nacional.
No es la idea plasmar aquí un recuento histórico de aquello, el lector conoce o puede conocer dicha historia. Solo diremos que el aporte es y ha sido muy importante. Nos centraremos en el rol que hoy y a futuro compete al sector defensa en la búsqueda de dicha integración.
Tampoco es necesario hurgar mucho en la literatura para encontrar los parámetros más recientes en el mandato dado al sector defensa por el estado. El Libro de la Defensa Nacional, publicado en su tercera edición en enero de 2010, define muy claramente las principales misiones que se asignan al sector.
“En la idea de exclusividad del estado respecto del concepto de soberanía, el sector defensa tiene un papel importante en las políticas apuntadas a desarrollar aquellas zonas del territorio que, por sus características y ubicación, necesitan de un respaldo especial del Estado” (Libro de la Defensa Nacional. Cap. II Pág. 57)
Algunos de los aspectos abordables por las FF.AA. en la problemática de las fronteras interiores son:
De carácter demográfico, científico e histórico:
- Incentivar el arraigo nacional entre la población, manteniendo las tradiciones y fomentando los valores patrios.
- Crear polos de atracción para la vida humana y el asentamiento de personas.
- Desarrollar la cartografía.
- Promover estudios científicos en materia de demografía, energía, medio ambiente, recursos hídricos.
- Contribuir a la cohesión social.
- Fomento y desarrollo del patrimonio histórico de cada región.
En aspectos relacionados con las amenazas emergentes:
- Control del territorio marítimo y aguas patrimoniales
- Inteligencia residual antidelincuencia
- Control del espacio aéreo
En lo relacionado con Infraestructura:
- Desarrollar e incrementar la infraestructura vial
- Asegurar el tráfico aéreo mediante el mejoramiento de la infraestructura aeronáutica.
- Incrementar la capacidad portuaria.
- Desarrollar una infraestructura logística adecuada para el apoyo de las operaciones.
En lo atingente a Salud:
- Colaborar en las evacuaciones médicas de urgencia y traslado de órganos.
- Disponer de centros de atención médica hospitalaria de emergencia.
En aspectos de carácter económico:
- Capacitación de mano de obra.
- Facilitar la comercialización de productos.
En lo relacionado con la Conectividad:
- Cooperar con la interconexión telefónica y transmisión de datos.
- Asegurar la conectividad de los territorios insulares y antárticos.
- Iluminación de las zonas extremas por satélite.
En aspectos relacionados con el deporte, apoyo a la comunidad y desarrollo logístico:
- Fomentar los deportes asociados a la defensa
- Liderar y promover el desarrollo antártico y su apoyo logístico.
- Acciones de apoyo directo a la comunidad.
Conclusiones.
La distribución demográfica y la estructura distributiva del desarrollo regional, ha sido siempre un problema en nuestro país. Grandes bolsones de inactividad económica y despoblamiento surgieron desde el primer momento de nuestra independencia y se han ido manteniendo y hasta acrecentando con el tiempo.
Los esfuerzos estatales no han sido lo suficientemente efectivos para disminuir la brecha de desarrollo que se produce, especialmente en las zonas extremas, faltando una acción más decisiva y permanente que permita dar un impulso definitivo a las zonas afectadas.
Durante el año 1994, el Ejército de Chile buscó hacer presente esta situación a base de un estudio exhaustivo de ciertas regiones y zonas, bajo variados parámetros, tales como la accesibilidad, despoblamiento, comunicaciones y otras, cuyo resultado se dio en llamar, “Estudio de las Fronteras Interiores”, en el que se recomendó la preocupación del Estado por buscar soluciones prácticas al aislamiento y desarrollo de las mismas.
Pasados los años, ya casi llegando a 20, no se ve una clara solución, es mas, pareciera que en ciertas zonas el problema se ha agravado, aspecto que será abordado en otra investigación que deberá incluir los mismos parámetros analizados en el trabajo anterior y que se realiza actualmente en la ANEPE (Centro de Estudios Estratégicos)
Más allá de nuevos diagnósticos, es necesario que el Estado asuma con interés el problema y lo lleve a formar parte de sus políticas públicas o mas aún se transforme en un objetivo nacional, que cruce todo el espectro político-administrativo del Estado y de este modo aplicar las medidas que el caso amerite en cada zona afectada.
Por su parte las FF.AA. pueden cooperar a este propósito, premunidas de los recursos necesarios, como lo han hecho hasta la fecha. Sin embargo su solitaria participación no es suficiente para lograr lo pretendido, ya que como se dijo esta es una tarea del estado de Chile.
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