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miércoles, 28 de marzo de 2012

CASA 212 habría caído invertido al mar

Investigación del ministro Juan Cristóbal Mera
Caso Juan Fernández: CASA 212 habría caído invertido al mar, por baja altura y túnel de vientos

A esta conclusión llegaron la mayoría de los peritos que han revisado el avión, y se lo informaron preliminarmente al juez. Aún no se envían los informes internacionales.

CINTHYA CARVAJAL, JAIME PINOCHET e IVÁN MARTINIC

El avión CASA 212 cayó invertido al mar, entre el canal de Punta O'Higgins y la isla Santa Clara, en el archipiélago Juan Fernández. La aeronave habría entrado en un túnel de viento "irreversible" que nadie hubiera podido esquivar.
A esto se suma la baja altura con la que venía tras el fallido intento de aterrizaje, lo que hace presumir que esta sería la causa del desplome del avión de espalda, lo que hasta ahora era desconocido.
 
A esta conclusión han llegado la mayoría de los peritos que han revisado los restos y han estudiado el relieve del lugar, tras más de seis meses desde que ocurriera el accidente que le costó la vida a los 21 pasajeros, el pasado 2 de septiembre de 2011.
Así se lo han comunicado preliminarmente al ministro Juan Cristóbal Mera, aunque aún no se han entregado los informes finales.
Entre el 23 y 27 de enero pasado, el magistrado viajó a España a realizar una serie de peritajes clave para la indagación.
Para comprobar esta tesis se introdujo una maqueta del archipiélago en un túnel de viento que reproduce las mismas condiciones climáticas que había el día del accidente. El humo que se utilizó permitió determinar que la zona donde cayó -entre el canal de Punta O'Higgins y la isla Santa Clara- concentra las mayores turbulencias.
El día del siniestro había vientos cruzados arrachados de 36 nudos (67 km/h), como estableció el informe de predicción eólica de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
Según un informe de Airbus Military, fabricante del CASA 212, la aeronave estaba construida para resistir hasta 20 nudos (37 km/h).
Este peritaje se realizó en el Instituto Universitario de Microgravedad "Ignacio Da Riva" de la Universidad Politécnica de Madrid.
Durante esta diligencia, el magistrado estuvo acompañado por dos miembros de la Junta Investigadora de Accidentes (JIA): el coronel y piloto Francisco Torres, y el comandante e ingeniero aeronáutico Julio Valdés.

<b>CLAVE.-</b> Los restos encontrados del CASA 212 fueron clave para descartar una falla mecánica o que le faltara combustible al avión siniestrado.Envío de imágenes

El ministro también visitó las instalaciones de Airbus Military, en la ciudad de Getafe, y la ciudad de Sevilla, donde se realiza la línea de montaje del avión.
La maqueta se realizó gracias a las mediciones que hicieron los peritos españoles, junto a otros expertos, en un viaje a Juan Fernández efectuado el 14 de diciembre pasado.
El juez Mera les envió a los especialistas un mosaico de imágenes satelitales, aéreas, modelo digital de elevaciones, y de informaciones vectoriales. Con todos estos antecedentes se construyó la maqueta.

Los peritajes que faltan
Fueron ocho especialistas que realizaron una fijación fotográfica, se revisó la trayectoria del vuelo, se determinó la altura en la que volaba el avión cuando frustró el aterrizaje, cuando giró a la izquierda y sobrevoló el canal Santa Clara.
Aún falta que lleguen las mediciones que se realizaron en la diligencia en Madrid y que los peritos -uno de la empresa canadiense Accident Investigation Research; uno de la empresa inglesa Dowtp-General Electric, fabricante de las hélices, y otro de la norteamericana Honeywell, fabricante del motor- envíen sus informes.
Todos estos especialistas son financiados por Airbus Military, fabricante del CASA 212.
Tras la inspección preliminar de los restos de la aeronave en Chile, y según el informe preliminar que entregó Airbus Military, el accidente no se produjo por una falla mecánica, ya que los motores estaban funcionando, al igual que los instrumentos, y aún quedaba combustible.
La filial española concluyó que la causa del accidente fueron las condiciones meteorológicas, debido a los vientos racheados, y la orografía del terreno o relieve.
En mayo se espera que llegue el informe desde España, tras lo cual concluirán los otros peritajes.
Además falta que la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) entregue también su informe acerca de las causas del accidente.
A esto se suma la pericia que encargó la FACh al Centro de Óptica y Fotónica (Cefop) de la Universidad de Concepción, en la que está trabajando un ingeniero alemán, para determinar cómo interactúa un avión CASA 212 ante fuertes vientos y además desde diversas direcciones.
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Nuevos equipos

A raíz del accidente en Juan Fernández, la FACh está diseñando un nuevo plan de prevención. Una de las medidas será instalar equipos y tecnología que permitan realizar mediciones más exactas de los vientos en la zona. Además, se está creando un protocolo de vuelo que aborda aspectos como altitud y velocidad, entre otros.
En paralelo, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) proyecta colocar una serie de equipos en el lugar. Hasta ahora, se ha instalado un equipo meteorológico en el aeródromo del archipiélago, confirmó el secretario general de la DGAC, Pablo Ortega. La declaración del piloto Nicolás Vidal, que murió la semana pasada en el avión-ambulancia, es pieza clave en investigación judicial
Nicolás Vidal había entrado recién a la hostería de Bahía Cumberland, la tarde del viernes 2 de septiembre de 2011, cuando la dueña del establecimiento le dio la noticia: un avión CASA 212 de la Fuerza Aérea había desaparecido poco antes de aterrizar en la isla Robinson Crusoe.
A sus 48 años y con 16 de experiencia pilotando aviones hacia y desde el archipiélago de Juan Fernández, Vidal comprendió que la emergencia era grave: "Era imposible que (el CASA 212) hubiera regresado al continente debido al punto de no retorno que los vuelos militares manejan, es decir, no viajan con combustible para regresar desde la isla", le dijo al ministro en visita Juan Cristóbal Mera cuando el 17 de octubre de 2011 declaró en el marco de la investigación del siniestro de la aeronave de la FACh.
El testimonio del piloto que falleció el jueves pasado al caer su avión-ambulancia durante un vuelo entre Punta Arenas y Santiago es una pieza clave en el expediente del juez Mera. Vidal fue el último que aterrizó en Robinson Crusoe antes de la tragedia del CASA 212. Y fue testigo directo del fuerte viento que dificultaba aterrizar en la pista de 1.007 metros de largo conocida como "el portaaviones".
Enterado de la alarma, Vidal fue a la Capitanía de Puerto de Juan Fernández para ofrecer su ayuda. "Cerca de las 18:00 horas, nos enteramos que el CASA 212 de la Fuerza Aérea se encontraba presumiblemente siniestrado, ya que no se tenían señales de él", agregó en su declaración.
El relato de su propio aterrizaje arroja luces sobre lo que ocurría en la isla. Vidal recordó que a las 11:00 horas de ese día despegó en un avión Beechcraft desde el aeropuerto Arturo Merino Benítez, y que llegó a destino a las 12:55 horas, "pudiendo constatar que en la isla había un viento de cerca de 20 a 30 nudos en rachas a 270 grados de referencia en relación al norte magnético".
Entonces, volando a una altura de 3 mil pies, decidió sobrevolar la pista y hacer un giro sobre el estrecho que separa las islas Robinson Crusoe y Santa Clara, la misma maniobra que cinco horas más tarde harían los pilotos Carolina Fernández y Juan Pablo Mallea en el avión FACh.
Pero a diferencia del CASA 212, Vidal logró posarse en el aeródromo: "Enfrenté (la isla) semicruzado en contra del viento, logrando arribar sin ningún contratiempo".
Respecto de qué pudo ocurrirle al vuelo de la Fuerza Aérea, el piloto aventuró una hipótesis: "En mi opinión, el CASA 212 se quedó sin combustible después de haber frustrado su aterrizaje y girar a la izquierda para sobrevolar el estrecho que separa la isla Robinson Crusoe con la isla Santa Clara, opinión que fundo en el hecho de que el peso y balance del avión no coinciden con el tiempo de vuelo, toda vez que los cálculos que hicimos en la oficina arrojarían un tiempo de viaje de 3 horas 57 minutos, aproximadamente, como tiempo máximo".
Quienes conocen sus dichos ante distintas instancias que indagan la tragedia sostienen que Vidal lamentó no haber avisado sobre las malas condiciones del tiempo a las autoridades, pues "en algún momento se hizo insostenible volar". No lo hizo, añaden, porque no era su obligación y porque cada vuelo tiene "su cooperación por radio".
El mismo 17 de octubre declaró ante el ministro Mera el piloto Ricardo Schafer (64), quien aterrizó en la isla 10 minutos antes que Vidal. Coincide con éste respecto de los fuertes vientos -tuvo que abortar un primer intento-, pero agrega que en su insistencia hizo un giro más cerrado porque "jamás" sobrevuela el estrecho, por ser "un vuelo muy riesgoso". A su juicio, el CASA 212 tenía combustible suficiente, pero pudo caer porque volaba a baja altura en una zona donde la conformación del estrecho aumenta la velocidad del viento.

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"Era imposible que (el CASA 212) hubiera regresado al continente debido al punto de no retorno que los vuelos militares manejan, es decir, no viajan con combustible para regresar desde la isla".

"El peso y balance del avión no coinciden con el tiempo de vuelo, toda vez que los cálculos que hicimos en la oficina arrojarían un tiempo de viaje de 3 horas 57 minutos, aproximadamente, como tiempo máximo".

NICOLÁS VIDAL
PILOTO FALLECIDO EN UN ACCIDENTE LA SEMANA PASADA,
EN SU DECLARACIÓN ANTE EL MINISTRO JUAN CRISTÓBAL MERA
EL 17 DE OCTUBRE DE 2011.

http://diario.elmercurio.com/2012/03/28/nacional/nacional/noticias/C373D4D0-A915-4F41-BB28-E49F3C0E9219.htm?id={C373D4D0-A915-4F41-BB28-E49F3C0E9219}

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